miércoles, 11 de septiembre de 2013

Puertas de Vidiago- Llanes. Agosto 2013


Playa de Gulpiyuri. Asturias
 
Para terminar nuestras vacaciones veraniegas, tras nuestro periplo escocés y mi Senda Camille en Pirineos, decidimos pasar unos días en la costa para descansar de tanta caminata. Tras fijar nuestra atención en la parte norteña de nuestra península acabamos en la zona de Llanes (Asturias), concretamente en la cercana localidad  de Puertas de Vidiago encontrando alojamiento en el hotelito rural  Pugide, un establecimiento hostelero, familiar que resultó muy agradable. (Lugar tranquilo, bien atendido y bien situado si llevas coche). Allí pasamos cinco noches y por tanto 6 días como pone en esos anuncios de las agencias de viaje.
 
 

¿Casa de Indiano?. Llanes
 
En Puertas de Vidiago, localidad en la que nos alojamos, sorprendentemente había más cosas de lo que uno  previamente pudiera imaginar por lo pequeño de su tamaño. Para empezar hay varios restaurantes-sidrerías por lo que no es necesario coger el coche si es que le vas a dar al drinking, aunque lo cierto es que nosotros solo conocimos Casa Poli una sidrería al parecer bastante conocida en la comarca y en la que cenamos muy bien. Por cierto, el sitio se llenaba todas las noches. Pero además desde la localidad se puede ir dando un paseo  a dos lugares que aparecen en las guías turísticas de Asturias, al menos en la que llevábamos. Primeramente sus conocidos bufones, esto es huecos entre las rocas, junto a la costa, por las que sale agua en forma liquida o vaporosa proveniente del mar y que se entran en funcioanamiento cuando la marea sube o el mar se muestra bravío. En nuestra segunda visita tuvimos la oportunidad de verlos operativos y desde luego se trata de un fenómeno admirable. Por cierto, nos sorprendió el tremendo ruido que hacen y que según te acerques más o menos puedes dar con tus tímpanos perforados. No exagero.

 

Puerto de Llanes. Cubos de hormigón pintados por Agustín Ibarrola
 
        Otra visita interesante que igualmente se puede hacer a patita desde el mismo pueblo es el conocido como ídolo de Peña Tu. Se trata de una roca prominente sobre el lomo de una colina en la que hombres prehistóricos (y no tan prehistóricos) realizaron algunas pinturas, casi inscripciones. Hay que destacar sin duda el notable grabado, el ídolo, representación según los expertos de lo que sería un ídolo, tal vez  de carne y hueso y tal vez de nuevo un gran jefe tribal. El lugar es curioso, las pinturas y grabados nos resultan interpretables gracias al guía del lugar porque la pared se encuentra muy deteriorada; a destacar sin duda el emplazamiento del peñasco, totalmente destacado y desde el que se observan vistas vistas imponentes hacia varios valles,  destacando la línea de cumbres de la cercana sierra de Cuera, primera estribación montañosa que da paso a las alturas de Picos de Europa.  Para terminar con la visita arqueológica comentar que en el mismo pueblo hay un centro de interpretación del Ídolo de Peña Tu, edificio inacabado, cosas de la crisis supongo, pero que alberga interesantes paneles y buena información. La persona que atiende el museo se muestra desde luego muy agradable.

Basílica de Covadonga

La pareja del verano
 
Y por lo demás pues lo típico que por allí se pude hacer. Visitar las costeras localidades de Llanes y Ribadesella con sus interesantes cascos urbanos, paseos,  puertos y playas. En Ribadesella, por cierto intentamos visitar la Cueva de Tito Bustillo, pero al parecer las visitas se encontraban completas desde tiempo atrás. No nos quedó más remedio que contentarnos con la visita a la Cuevona, cueva sin ninguna pintura al menos a la vista, pero que contiene una enorme y espectacular sala, donde por cierto asistimos a una escena curiosa. Para probar la perfecta acústica de la sala el guía dijo que si alguien sabía tocar un instrumento, pues adelante y que probara. No debía de esperar que un padre y un hijo se vinieran arriba y nos acabaran tocando varias piezas con las flautas que llevaban en las mochilas. Después del concierto familiar nos dirigimos al centro de interpretación de la cueva de Tito Bustillo, donde aprendimos muchas cosas y sobre todo que el tal Tito Bustillo fue uno de los jovencísimos descubridores y que curiosamente falleció en un accidente en otra cueva a los 15 días de topar con las famosas pinturas.. 

Puente medieval. Cangas de Onís
 
 
Pifostio en los lagos de Covadonga

Caminando por Puertas de Vidiago

Peña Tu. Grabado del ídolo y pinturas desconchadas
 
 
Otra visita, bastante típica por cierto, es la de Cangas de Onis-Covadonga-Lagos de Covadonga, que no se si sería porque ya son unas cuantas veces las que hemos estado por allí, o por la cantidad de gente que hay que nos resultó menos interesante. Sobre este asunto comentar que la subida a los lagos que ha cambiado un poco de lo que era antiguamente. De 8 de la mañana a 8 de la tarde no se puede subir con vehículo propio si no en unos autobuses, de la empresa Alsa, por cierto, costando el trayecto 8 eurazos que te da derecho  primero a ponérsete los pelos como escarpias en el trayecto y luego posteriormente a encontrarte una imagen auténticamente pintoresca como es la cantidad de gente que anda por arriba y la surrealista mezcla de ganado y bípedos lo que producían algunas imágenes realmente únicas.

Bodegón-dormitorio hotel Pugide

Playa de la Franca
 
     
             Pero sin duda alguna creo que el punto fuerte de nuestra estancia, algo así nos esperábamos, han sido las playas. Aunque solo fueron dos días los que pudimos bañarnos, (el resto de día más nublados y frío apetecía menos, eso si un placer pasear por ellas) lo cierto es que los aprovechamos muy bien. El mar se encontraba fantástico, con fuertes olas. Entre todas las playas no se puede dejar de destacar la curiosa playa interior de Gulpiyuri. Nos costó un montón encontrarla, pero finalmente pudimos darnos un buen chapuzón en ella a una hora ya tardía y cuando la gente empezaba a desfilar.

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