Ermita de Nuestra Señora del Mirón
Huyendo de las
altas temperaturas que asolan el barrio de Malasaña nos pusimos en camino, como
Gabinete Caligari, a Soria. Un poco después de las 8 de la tarde del viernes
entrabamos en capital celtíbera, atinando por cierto de maravilla. La
localización de nuestro alojamiento, fue, hay que destacarlo una obra maestra de orientación: sin mapa y sin Gps solo utilizando la cuenta de la vieja, algo de intuición y un poco de a bulto. Un alojamiento que esta vez y sin que sirva
de precedente fue todo un cuatro estrellas, el hotel Leonor Mirón. Situado en un
paraje de lo más curioso y bonito. Al fondo de un paseo-parque, enfrente de una
ermita realmente bonita la de Santa María del Mirón y a un par de centenares de
metros del Duero. El alojamiento quitando un cierto tufillo que de vez en
cuando aparecía, resultó de lo más tranquilo y cómodo.
Leonor?
Gerardo Diego
Rápidamente nos
pusimos en marcha hacia lo viejo de Soria, nos dimos nuestro paseo habitual, primer
contacto con la ciudad. Nada sorprendente, clásica pequeña ciudad castellana
con ese ambiente popular y mezclado propio de estas localidades
Sobre la laguna Negra
Al día
siguiente siguiendo las instrucciones de la chica de recepción y visto el buen
día que hacía y la caloret que iba a hacer en Soria nos pusimos en dirección
norte, primero hasta la serrana y muy noble localidad de Vinuesa y posteriormente hasta el aparcamiento de verano
habilitado para las visitas a la famosa Laguna Negra. Echamos a andar, nos fuimos animando y finalmente
nos acercamos hasta la laguna Helada en las cercanías del Pico Urbión. Vuelta a
Soria, descansamos un poquito, un placer en esa tranquila habitación, y nos
acercamos a una de los platos fuertes sorianos: El paseo por el Duero, un
bonito recorrido por las orillas de un rio, que con unos bonitos e históricos
edificios toma gran dimensión siguiendo las peripecias vitales y poéticas de
Antonio Machado. Al final nos damos casi 3 horas de pateada, visitamos las
ruinas del Monasterio de San Juan de Duero con su evocador y ruinoso claustro,
visitamos las antiguas ermitas de San Polo y San Saturio y finalmente nos
encaramamos sobre las ruinas del antiguo castillo, (soprende la vista de una piscina en su interior) pasamos por uno de los
Paradores más feos que hemos visto y finalmente bajando sin tener mucha idea
para llegar hambrientos a la Plaza Mayor encontrara un hueco y cenar y tomar
unas cervecitas.
En la laguna Helada
Por Urbión
Claustro de San Juan de Duero
Al día
siguiente más Duero, visitamos la Románica iglesia de Santo Domingo, pasamos
por el instituto donde dio clase durante cinco años Machado, visitamos también
el Museo del los poetas de Soria, (Machado, Bécquer, Gerardo Diego), en la
tercera planta del Casino de Soria donde por cierto nos lo abrieron para nosotros,
y allí lo vimos a nuestro aire.
Machado y Leonor. Omnipresentes
Ermita de San Saturio
El Duero ¿Trazando su curva de ballesta?
San Saturio
Soria y Eva. Eva y Soria
Las Ruinas de San Pedro del Duero al fondo y detrás del rio
Iglesia de Santo Domingo. Monumento nacional
Machado y Leonor enamorados. Corramos un tupido velo sobre los 15 años de la moza
Por la Plaza Mayor de Soria
Tumba de Leonor
Posteriormente,
con Eva desfallecida nos acercamos a ver la tumba de Leonor en el cementerio y
al lado vemos el famoso Olmo que sirvió de metáfora (triste metáfora) a una
hipotética mejoría de salud de Leonor que finalmente nunca llegó.
El viejo olmo que sobrevivió al rayo. Leonor no lo consiguió
Piscina de Almazán. Más espacio que en las de la provincia de Madrid
Tras reponer
fuerza, nos acercamos al Parque del Espolón, (creo que se llama así, esta especie
de parque del Retiro en versión soriana donde descansamos un poco y ya
abandonamos Soria, poniendo rumbo a nuestro siguiente destino, Almazán donde
directamente nos vamos a la piscina, porque con 34 grados parece lo más
recomendable. Piscinita, bastante más holgada que la de Buitrago, donde nos
refrescamos un poco antes de dar una pateadilla por el casco viejo de Almazán,
donde en su Plaza Mayor cenamos y ponemos definitivo rumbo dando por concluido
el fin de semana que ha dado para mucho.
Iglesia de San Miguel. Almazán
Puerta de la amurallada Almazan
En lo alto de Almazán