lunes, 1 de junio de 2015

Arribes del Duero. Junio 2015

El río Duero


Aunque los Arribes del Duero sea supuestamente una comarca poco conocida y de la que se dice  se mantiene anclada en el pasado, lo cierto es que resulta bien fácil desenvolverse por sus tierras. Todo está bien señalizado, mejor que en muchos lugares, estoy pensando mismamente en la Sierra de Guadarrama y tiene suficientes atractivos como para dar para unos cuantos días de visita. En nuestro caso estuvimos día y medio, pero creo que lo aprovechamos bastante bien, suprimiendo siestas y apurando mañanas y tarde.

A eso de las 12.30 llegábamos a nuestro primer destino la localidad de Aldeadavila que creo que junto con Fermoselle, ya en tierras zamoranas, son las principales poblaciones de esta zona bastante despoblado. Aldeadavila resulta por su situación muy conveniente como punto de partida. Muy cerca de esta localidad se encuentran dos de los lugares-actividades más conocidos y realizadas/respecivaente de estas tierras fronterizas. Por un lado el salto de agua, conocido como Pozo de los humos al que se puede acceder tras un empinado paseíllo y que resulta bastante espectacular y eso que nosotros, a 15 de mayo ya lo vimos un poco agotado de agua. Pero aún asi resulta muy recomendable. La segunda actividad se encuentra en la conocida como Playa del Rostro, donde parte el barquito chiquitito que durante hora y media, 22 kilómetros de plácida navegación, y que  recorre el cañón del Duero,  separando las tierras portuguesas de las españolas. Son 16 eurazos y es una turistada en toda regla, pero lo cierto es que resulta recomendable tanto por la evidente belleza del lugar como porque al menos en nuestro viaje, la guía (es una visita comentada durante al menos la mitad del trayecto) nos estuvo contando y enseñando puntos de interés, desde nidos de águila real, historias de viejos cabreros, de contrabandistas, de especies autóctonas y que nos dio la posibilidad de ver un buen número de buitres, un jabalí muerto, una cabra asilvestrada y lo más destacable el vuelo de todo,  una cigüeña negra, una rareza y un alimoche, algo menos raro.

Y así se nos fue pasando el día, entre barquitos, cascadas y miradores. El Duero por aquí el Duero por allá en todo caso un paisaje espectacular con un caños que llega a los 400 metros de altura a lo que hay que sumar lo agradable del clima, un mayo mayeando en su mejor versión.

Finalmente y a eso de las 21.30 pasadas llegamos a nuestro alojamiento, Posada El Brasilero en la localidad ribereña de Saucelle. Lugar cómodo y muy recomendable. Creo que fue un acierto llegarnos a aquí. Al día siguiente, el sábado comenzamos como, no acercándonos, como no, a otro mirador, este sobre el rio Huebra con vistas igualmente, o más, espectaculares. Posteriormente nos acercamos al Salto de Saucelle, a destacar el bonito bosquete de alcornoques. Y de ahí por una carretera mala y solitaria pero realmente bonita nos acercamos hasta la localidad de Lumbrales donde nos esperaban los restos de un castro Vetón (posteriormente ocupado por los romanos). Se trata del yacimiento de las Merchanas.

Desde aquí fuimos abandonando las cercanía de los Arribes (palabra que al parecer viene a significar “cañón”) para adentrarnos en nuestro camino hasta Ciudad Rodrigo por paisaje adehesado típico de estas tierras salmantinas. De camino paramos en el yacimiento de Siega Verde, donde justamente en tres cuartos de hora se iniciaba una visita guiada a las pinturas, mejor dicho, grabados rupestres de este lugar que por cierto tiene la consideración de patrimonio de la humanidad.

Tras terminar la visita que nos dio para observar unos cuantos caballos, uros y ciervos grabados de forma tosca nos dirigimos ya definitivamente a nuestro próximo destino la localidad de Ciudad Rodrigo.

En Ciudad Rodrigo nos alojamos en el hotel Los Arcos muy bien situado a 200 metros de la catedral, intramuros, aunque hay que decir que aquí todo está cerca. Ciudad Rodrigo es pequeña y no parece vivir mucha gente. Calles solitarias y poca gente, salvo en la Plaza Mayor.

Y en ciudad Rodrigo, pateada habitual y visita guiada, 6 euros, dando un repaso a esta provinciana (en el buen sentido) localidad, cabeza de comarca y refugio de nobles que han dejado huella de su presencia en la monumentalidad de sus edificios a los que hay que sumar su catedral, mantiene obispado, y sus murallas con sus correspondiente puertas y fosos.

Interesante desde luego




Pozo de los Humos

Eva Mª

El famoso barquito


Ahí tenemos al Duero bien encajonado

Alcornoques grandes

Más vistas

Un berraco en el el castro de las Merchanas en Lumbrales

Muros del castro

Guia afanado en enseñar los grabados (Siega Verde)

Yacimiento de Siega Verde

Grabados

Pa mear y no echar gota. Esto lo encontramos en nuestra habitación del alojamiento en Ciudad Rodrigo

La muy noble y leal Ciudad Rodrigo

Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo

Plaza Mayor

Caminando sobre las murallas de la ciudad

Patio en uno de los muchos palacios de Ciudad Rodrigo

Palacio

Catedral al fondo

Otro berraco

Atravesando la Muralla de Ciudad Rodrigo. Buena anchura.

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