jueves, 25 de junio de 2015

Mallorca. Junio 2015

Por el Finisterre mallorquín. Cabo Formentor


Si hay un clásico en el turisteo español ese es Mallorca. Películas de los 60, viajes de fin de curso, viajes del Inserso, despedidas de soltero, lunas de miel, ensaimadas por los aeropuertos en las conexiones con otros vuelos, etc. Y eso a nivel patrio. Luego tenemos a nivel internacional lo mismo más Magaluf. En fin, que más pronto que tarde había que ir para allá. Yo nunca había estado, Eva si, pero hace muchos años. 
Asín que un viernes nos plantamos en la calle 31 de diciembre, concretamente en el hotel Colón para iniciar una periplo de nueve noches- diez días por la isla.





Hotel Amic Colón: Un ejemplo justamente del turisteo tradicional. Hotel de buen aspecto pero que sus habitaciones, obra maestra del encaje de los espacios, albergaban alguna sorpresa. Las primeras noches se trataba de un baño minúsculo, y eso que somos pequeños si fuéramos unos gigantes europeos no entramos ni por la puerta. A la vuelta, la última noche, la habitación estaba rodeada de misteriosos ruidos. Y no salió barato, 85 euros. Tampoco estaba mal.


Caminando por Alcudia

Alrededores del Monasterio de Lluc. Mucha caloret

Un manifiesto

  
 Monasterio de Lluc 


Visita. Tras la pateada habitual por el centro del primer día, al día siguiente,  sábado, salimos del alojamiento llenos de ánimo y nos acercamos en una digna pateada al Pueblo Español, un proyecto muy del franquismo en el que se reproducen monumentos de diversas partes de España. Algunos están muy conseguidos, y en otras ocasiones la obra toma un carácter Frankeinstaniano, por ejemplo, en la Plaza Mayor donde se mezclan las plazas de Ciempozuelos, y el ayuntamiento de Vergara. En todo caso resulta bastante curioso.

Por la tarde volvimos a patear el centro, más Catedral, Almudaina, calles varias ya con la cabeza en el  día siguiente cuando recogeríamos nuestro coche y empezábamos nuestro recorrido por la isla, algo que apetecía. Así que ya, día siguiente,  con nuestro Seat Ibiza nos dirigimos, corto trayecto, a la otra punta de la isla, a la localidad de Alcudia, donde íbamos a pasar los siguientes cuatro días en los apartamentos Carlos V, en el centro de la localidad y que resultaron, pese a algunos detalles cutres, un lugar cómodo y conveniente




Paisaje arido

Cabras asilvetradas. Hay muchas por la isla. A estas no les vino mal el final de la ganadería tradicional

Aquí tenenos las cabrillas

Entrada a las Cuevas del Drac. Impresionante gentio multinacional 
           En Alcudia y sus cuatro días nos dio tiempo a todo lo que se puede hacer por allí. Visitar Cabo Formentor con su culebreante carretera y agrestes vistas. Las playas de Puerto de Alcudia y Puerto de Pollensa, alguna cala, El Monasterio de Lluc y la correspondiente parte de la Sierra de Tramontana y las, bonitas, localidades de Pollentia y Alcudia donde rodeados de extranjeros, incluyendo el propio guía, un tal Marcus, hicimos una visita guiada a la localidad, incluido el yacimiento romano que alberga. Hay que mencionar que cosa de la multiculturalidad del grupo, el recorrido era comentado en Español, inglés y alemán. Y todo por el propio Marcus. Hay queda eso.

          También visitamos una tarde la también bonita localidad de Arta y algunas calas cercanas.

         De estos cuatro días en la parte nororiental de la isla comentar que lo que más nos gustó, será cosa de la edad, fue la tranquilidad general. Quizás el único lugar que nos pareció algo estridente fue Puerto de Alcudia al que nos dirigimos caminando, una noche en una pateada épica.

           Y al cuarto día llegó el momento de abandonar nuestro alojamiento los Apartamentos Carlos V en el centro de Alcudia y tras entregar la llave a una chica que hacía de Manager (mirada perpleja cuando le indicamos que sobre nuestra habitación a horas tempranas se producián extraños movimientos de sillas, golpetazos varios, arrastres de bombonas y demás acordes sonoros más propios de una discoteca poligonera que de un alojamiento de gente europea y talludita) nos dirigimos, con parada intermedia en una cala, a nuestro siguiente destino, el pueblo mallorquino, y muy mallorquino, (esteladas, habla en mallorquín incomprensible) de Lluví. Previamente confundimos nuestro camino y vimos que las carreteras de la zona son un poco precarias. En nuestro alojamiento fuimos recibidos de forma más que austera por su propietaria que nos enseño nuestro austera habitación, (sin TV). Nuestra primera sensación tras venir de la bulliciosa Alcudia fue de quedarnos un poco así, pero al final creo que mereció la pena pasar dos noches aquí, cambiando un poco el chip y conociendo otra Mallorca, lo que no impidió que volviéramos a ver el mar, todo está cerca, y a remojarnos nuestros maravillosos cuerpos.

          Y vamos enfocando el final, volvimos a Mallorca, devolvimos el coche, y le dimos un nuevo repaso, visita al interior de la espectacular catedral incluida, a la ciudad de Palma. No vimos a ningún miembro de la familia real, no vimos los famosos juzgados, ni al fornido segurata, ni acabamos de entender muy bien, como The Times al parecer ha elegido a la capital balear como mejor ciudad para vivir del mundo. Está bien, no digo que no, pero vamos yo me imaginaba algo maravillooooso.

Conclusions:

Semana que resultó muy agradable, tuvimos bastante suerte con el tiempo no nos llovió y vimos un poco como viven las personitas que por allí habitan. Guiris de piel enrojecida, andaluces emigrados, gente urbana castellano parlante, gente rural mallorquinoparlante y participante en despedida de soltero/a. Creo que nos ha dejado muy buen sabor y habrá que conocer las vecinas Ibiza y Menorca.



Interior de las cuevas del Drach

Por Palma de Mallorca

Exposición fotografica callejera en Palma. Abajo Idem


Capilla en el interior de la Catedral de Palma. Obra realizada o perpetrada (según cada uno uno su opinìón por el mallorquín, Barceló. La verdad es que resulta bastante curioso. Creo que representa la resurección de Cristo si no me acuerdo mal:


Por la antigua Judería de Palma.
¿El padre Junipero?
Mas cositas de Palma de Mallorca

El Pueblo Español, en Palma de Mallorca: Reproducción de monumentos de toda la geografia patria




 Mallorca tiene un montón de calas como pudimos comprobar.

Teatro Romano de Alcudia. Visita guiada multinacional y multilinguista

Por Artá