Marienplatz
Empecemos por el revés, así con el recuerdo más reciente, que no es otro
que el pintoresco vuelo de vuelta a Madrid, compañía Iberia, que se inició con
una espectacular batalla para colocar todos los equipajes de mano que había,
que eran muchos. No cabía ni un alfiler y fue un espectáculo ver batallar al
personal del vuelo para que todo encajara (equipajes y pasajeros). Más aún para
el recuerdo nos va a quedar el piloto, con sus comentarios
culturales-divulgativos y humorísticos de los que destaco su… "a las nueve menos
cinco sobrevolaremos Lourdes por si quieren hacer una oración" o su final..
"tripulaciooooon , desplieguen raaaaampas".
Catedral de Múnich
Pero si así termino nuestro viaje empezó con un mañanero vuelo, que si
bien nos dejó un poco matados por el madrugón también nos situó de forma muy
conveniente a pronta hora en Munich. Concretamente a eso de las 12 estábamos ya
chekninando el nuestro primer alojamiento, el Leto Motel el el barrio de Moosach,
situado en las afueras de Munich pero a apenas 15.-20 minutos del centro.
Comentar que el Leto Motel resulta una opción bastante recomendable (ya tenía
un 8.4 en booking). Nuevo, limpio, agradable staff (especialmente la chica
sudaramericana que nos atendió) y a 50 metros del tren y tranvía. La prontitud
de nuestra llegada hizo que nos diéramos un pequeño paseo por los alrededores, un
tranquilo barrio alemán, parecía bastante popular, con mucho espacio, amplias aceras, carriles
bici y ambiente tranquilo. Resultaba agradable y muy apropiado para lo que uno
espera de un viaja al centro de Europa en invierno ya que para más ambientación
caían unos copitos de nieve. Siguiendo las recomendaciones de la posadera
comimos, bastante bien, en una
cervecería eso si, servidos con la sequedad particular de los alemanes que
luego veríamos en otros sitios.
Tras la correspondiente siesta nos fuimos a patear al centro y hacernos
una composición de lugar de lo que iban a ser los siguientes días. Ambiente
navideño como uno espera y todas esas cosas. Tras cenar algo, beber alguna
cervecita y autopropinarse nuestro camarero nos volvimos a nuestro motel.
Por Múnich
Día 2 (no del mes). Domingo
Tren de época
También lo tenemos en Madrid
Dia 3 ( no del mes)
Este día decidimos acercarnos a pasar un bonito día… al campo de concentración
de Dachau. Bastante cercano y bien comunicado desde nuestro hotel Wallis yo
creo que en 40 minutos estábamos ya disfrutando de sus instalaciones…
Eva Mª
Iglesia muniquesa
Por el centro
Campo de concentración de Dachau
A eso de las 3 estábamos de vuelta en Munich y aprovechamos el tiempo de luz restante para darnos
una vuelta por el barrio de la estación en dirección hasta el parque donde
tiene lugar el Oktoberfest. Allí había un concurrido recinto ferial con los
típicos mercados y los puestos de salchichas, cervezas y vino caliente.
A ver si estoy en la lista de gaseados
Mujer hablando por teléfono
Puestos navideños.
Por el jardín inglés.
Jardín inglés
Más jardín Inglés. Gran dia.
Día 4 ( no del mes)
Ultimo día. Hoy el destino era las Pinakoten (vamos se presentaba una mañana cultureta). La nueva y la vieja, más el
Modern Museum o así. Tras un debate y la consecuente votación (si ir a la nueva
o la vieja) decidimos que la Neue pinakoteken se adaptaba mejor a nuestras
inquietudes artísticas. Pero, vaya por Dios, en Alemania cierran algunos museos los
martes, que originales. Total que acabamos en la vieja Pinakoteken. Allí vimos
cuadros y más cuadros a destacar las pinturas de los Brueghel,
las voluptuosidades un tanto porno de Rubens y también la sala dedicada a
pintura española, con algún Zurbarán, algún Greco, pero sin duda a destacar la serie
de cuadros de niños pobres sevillanos de Murillo. De la vieja
pinakoten pasamos a la Modern gallery lleno de arte degenerado (así decían los
nazis) (algunos cuadros eran realmente degenerados) que creo que nos gustó
igualmente (sobre todo los más degenerados). Pero los museos cansan y mucho y se hizo hora de continuar nuestra
visita andarina por la ciudad ahora en dirección, como no ,hacia el centro. Otra
visita a la cervecería Hofbrauhaus esta vez debido a lo temprano de la hora con bastante menos gente que el día anterior, (tal vez nos podíamos haber
sentado pero tras la vista de su codillo nos decantamos por irnos al bar de la
Filmoteca y atacar unos rabbiata y una foccacia con la consecuente cerveza
negra muniquesa). Y a eso de las cuatro agarrar nuestros equipajes y ponernos en
dirección al aeropuerto. Y allí en el vuelo un homenaje a los Amantes pasajeros
de Almodóvar.
Más ambiente navideño.
Las vacas llevan aquí publicidad. Cosas del capitalismo
Parejita de bávaros.