Ruidera y sus lagunas
Final de enero se ha convertido en un clásico de
findesemanismo turístico propio. Aprovechando la celebración de Santo Tomás,
lunes a nivel laboral, esta vez tocó un destino ya más o menos conocido.
Primer destino las Lagunas de Ruidera. Allí nos acercamos y
más o menos fuimos viendo la mayoría de las lagunas unas desde el coche, otras
con pequeños paseos fotográficos y otras gastando un poco de suela. Lugar
agradable este, quizás algo masificado y urbanizado (y eso que estamos en
Enero) pero con bonitos lugares. A destacar que a última hora de la tarde nos
acercamos a dos lugares quijotescos, como toda esta comarca: La cueva de
Montesinos y las sugerentes ruinas del castillo de la Fontfrida.
Una vez oscurecidos pusimos rumbo a Villanueva de los
Infantes donde íbamos a tener nuestro alojamiento en las dos siguientes noches.
Y más rápido.
Visita guiada por Villanueva, muy interesante y visita a los
pueblos cercanos de Torre de Juan Abad, Cozar y ¿Almudeina?. Muy presente por
aquí Cervantes y su Quijote y también Quevedo.
Y tercer día. Visita a San Carlos del Valle, bonita plaza,
desvío a las Tablas de Daimiel, debido a lo bueno del día, y finalmente paseo
supersolitario por Tembleque ya en la vuelta a a esta nuestra ciudad.
Quijotescas ruinas del Castillo de la Fuentfrida. Lleno de encantamientos.
Plaza Mayor de la muy noble Villanueva de los Infantes
La Santa Inquisición por aquí anduvo
En la Torre de San Juan
Plaza de San Carlos del Valle
Dando un paseillo por el Camino del Quijote
Tablas de Daimiel
Bonita y solitaria plaza de Tembleque