domingo, 10 de febrero de 2019

Villanueva de los Infantes, enero 2019


 Ruidera y sus lagunas

Final de enero se ha convertido en un clásico de findesemanismo turístico propio. Aprovechando la celebración de Santo Tomás, lunes a nivel laboral, esta vez tocó un destino ya más o menos conocido.

Primer destino las Lagunas de Ruidera. Allí nos acercamos y más o menos fuimos viendo la mayoría de las lagunas unas desde el coche, otras con pequeños paseos fotográficos y otras gastando un poco de suela. Lugar agradable este, quizás algo masificado y urbanizado (y eso que estamos en Enero) pero con bonitos lugares. A destacar que a última hora de la tarde nos acercamos a dos lugares quijotescos, como toda esta comarca: La cueva de Montesinos y las sugerentes ruinas del castillo de la Fontfrida.
Una vez oscurecidos pusimos rumbo a Villanueva de los Infantes donde íbamos a tener nuestro alojamiento en las dos siguientes noches.
Y más rápido.

Visita guiada por Villanueva, muy interesante y visita a los pueblos cercanos de Torre de Juan Abad, Cozar y ¿Almudeina?. Muy presente por aquí Cervantes y su Quijote y también Quevedo.

Y tercer día. Visita a San Carlos del Valle, bonita plaza, desvío a las Tablas de Daimiel, debido a lo bueno del día, y finalmente paseo supersolitario por Tembleque ya en la vuelta a a esta nuestra ciudad.





Quijotescas ruinas del Castillo de la Fuentfrida. Lleno de encantamientos.





Plaza Mayor de la muy noble Villanueva de los Infantes

La Santa Inquisición por aquí anduvo
 

En la Torre de San Juan



Plaza de San  Carlos del Valle
 
Dando un paseillo por el Camino del Quijote
 
Tablas de Daimiel

Bonita y solitaria plaza de Tembleque

Por las calles de Villanueva de los Infantes