jueves, 9 de agosto de 2018

Polonia junio 2018


Garganta de Dunajec en el Parque Nacional de los Pieninos



Alojados en el Hotel Amber, buen lugar, cerca del centro, personal amable, muy tranquilo y nada ruidoso iniciamos nuestra visita el sábado por la noche que nos dio para patear un poquito el centro y darnos cuenta que los precios son más asequibles que en España ¡¡viva el euro¡¡.

La primera impresión de la ciudad es de una ciudad muy tranquila, con sus tranvías, sus calle peatonales, limpia y sobre todo totalmente reformada. Pocas obras en el centro, (no hay ciudad que no tenga su catedral con andamios, sus calles levantadas y su paredes grafitadas pendientes de la limpieza). También un pequeño paseo por el centro hace que te des cuenta que la ciudad se ha convertido en reclamo turístico para europeos en general para británicos, cerveza barata es la clave, y por el centro andaban en plan Magaluf, unos cantando, otros bebiendo, alguno tambaleándose, desorientado, perdida ya casi la conciencia y otro incluso gateando por la calle, la calzada, no la acera, potando y habiendo ya perdido completamente su dignidad. Así es.

Por lo demás este ambiente propio de noches escocesas y playas españolas, tan solo se daba en un par de calles. El resto es un conglomerado de calles y placitas que convergen en la muy bonita plaza del mercado de Cracovia, dicen las guías que la plaza más grande medieval de Europa, será verdad porque vamos a dudarlo.



Lago en los Montes Tatras. La de verde un excursionista española.


Esa fue la impresión de noche y de día se confirma. Casco antiguo realmente bonito y cuidado, ambiente centro-europeo. Desde el hotel atravesamos todo el casco, para darnos una de nuestras clásicas pateadas, hasta la Fabrica del Schindler, el de la película. Tras perdernos un poquito finalmente llegamos. Museo-Exposición que recuerda los hechos acontecidos allí mismo en plena Segunda Guerra Mundial y que cuanta Spielberg en su famosa (y larga) película. Interesante, pero algo masificada, sobre todo por lo estrecho del recorrido. Más pateada, mas vuelta al centro por las márgenes del Vístula, (gran paseo este al lado del magnifico rio) sin duda de lo mejor de la ciudad y nos dirigimos a la colina de Wagel, otro lugar emblemático de la ciudad que alberga el Palacio Real y la Catedral. Subimos a última hora de la tarde y estaba todo muy tranquilo. Otro “must “como se dice ahora de la ciudad.


Colina de Wagel. Cracovia

Katowice. Cuna de Woytila. Aqui le quiere todo el mundo

Indómita fotógrafa por el centro de Cracovia

Al día siguiente tocaba la Mina de Sal de Wielicka ( creo que se escribe más o menos así) al que llegamos en bus y donde nos encontramos, no por primera vez, ni por la última  a mi compañero de trabajo, Rafa, que estaba con su pareja e hija, Por los pelos entramos en la ruta en castellano, ya que se trata de rutas siempre con guías, lo cual, una vez dentro entiendes muy bien ya que se trata básicamente de un recorrido bajo tierra, creo que casi 100 metros en ocasiones y donde existen al parecer hasta 200 km de túneles excavados. La sal era casi oro en otro tiempo aunque ahora la compremos a precio de saldo.


Vamos avanzando con Cracovia. Por la tarde tocaba visita al barrio judío de Cracovia, el Kazimiern (o algo asi). Muy interesante ya que no es habitual ver un barrio con tantas referencias, carteles y bares judíos. Hace no mucho visitamos el barrio este famoso de Brooklyn de los judíos ortodoxos pero le falta lo viejo y la historia siniestra de este lugar.  Y para terminar más pateada en busca de lo poco que queda del muro del Ghetto al otro lado del Vístula, un siniestro muro que ahora linda por un parque y un rocódromo.

El Vistula y la colina de Wagel

Y esto es todo sobre Cracovia.

Resumo. Ciudad más bonita y sobre todo, con más cosas que ver de lo que imaginábamos. Y eso que no fuimos a la madre de todas las exterminaciones: Auschwitz

Plaza del Mercado en Cracovia. Esta foto está torcia


Iglesia de madera contradictor en algún punto del sur de Polonia. Algunas son del siglo XV y parecen refugios de montaña.

Monasterio de nombre impronunciable y no recordable. Casi no llegamos avión por ver esto.

El escritorio de Schilinder, el de la lista

Siempre comprometido con la sociedad  le digo no al nazismo.

Reproducción de una tienda judía

Juan Pablo II, omnipresente

Plaza del Mercado de Cracovia

Catedral del Cracovia

Colina de Wagel

Nos vamos de Cracovia.

Una de los exitazos de todos los viajes es el alquiler del coche. Siempre emocionante, nunca decepciona. En este caso buscábamos un coche Budget, es lo que habíamos alquilado, con su dirección y nada, allí no había nada de Budget. Tan solo Avis. Bueno, nos acercamos, no podíamos hacer otra cosa y efectivamente era allí. Vaya indicaciones e explicaciones¡¡ para volverse loco alguien no avisado. Tras recoger el coche pusimos rumbo sur, concretamente hacia los Montes Tatras, una pequeña cordillera perteneciente a los larguísimo y circulares Cárpatos. Y más concretamente hacia la localidad de Zakopane, centro turístico invernal y veraniego donde se arremolina mucho personal, mayoritariamente polaco, en su versión más familiar y también grupal.

En Zakopane nos esperaban 4 noches en el hotel Wallis, alojamiento más barato que el de Cracovia, también la ciudad sea tal vez más barata, y realizamos un par de pateadas por las montañas circundantes llegando a donde nos dejó llegar el tiempo, nublado siempre, lluvioso y neblinoso en ocasiones. Lo bueno es que realmente no nos llovió masivamente en las rutas, acabamos más o menos secos y lo malo es que la visibilidad fue escasa un día y prácticamente nula. No sabría dibujar con un lapicero el perfil de los Tatras.
Eso si, rutas transitadas, pero no, curiosamente silenciosas ya que los polacos parecen gente discreta. A destacar, los tupidos y vírgenes bosques, no hay ganado ni explotaciones agrarias o arbóreas, y la musiquilla constante de los pajarillos. Tal vez fuera por el mes de junio pero resultaba curiosa la constante presencia de los cantos de los pájaros. También vimos cigüeña negra, que conste.


Vistas sobre el Vistula

Mina de Sal de Wielicka. Hasta 200 km de tuneles ¿Los habrá caminado alguien?

Escultura de sal. La religión aparece siempre

Escultura de sal de Woytila


Otro día nos desplazamos hasta los montes Pieninos, otro Parque nacional cercano a los Tratas, apenas 50 kilómetros, famosos por el desfiladero de Dunajec, atracción turística, menos masificada que los Tatras y realmente bonita. Se trata de una especie de arribes del Duero donde puedes ir caminando en el fondo de cañón. Muy agradable y realmente bonito. A destacar las famosas viejas barcazas en las que los turistas pueden hacer un tranquilo descenso del rio. No pudimos engancharlas por falta de información, maldito polaco, pero hubiera molado. En todo caso si pateamos unas horas por aquí.

Y vamos terminando, para aprovechar ya el ultimo día visitamos las típicas y famosas iglesias de madera, alguna del siglo XV y la localidad de nacimiento de Juan Pablo II, aquí son muy católicos, de Katowice. Tras alguna que otra parada y no sin algún sobresalto conseguimos devolver el coche, comer algo y disfrutar de nuevo de la fortaleza de nuestro euro frente al Zloti y volver sanos y salvos a Madrid. 


Creo que es el interior de la sinogoga Kupa en el barrio judio de Cracovia

Un atractivo todavía cuarentañero entrando en una exposiciòn sobre fotos de familias judias en el periodo de entreguerras. Kazimiern, barrio judio de Cracovia

Familia judía en los años 20 o 30. No sabían lo que les esperaba

Kazimiern


Esto es lo que queda del muro del guetto de Varsovia. Actualmente un parque



Graneros tradicionales y abandonados en los Tatras (Carpatos polacos)


Garganta de Dunajec. Nos hubiera gustado montar en esas barcas pero no llegamos

Dos cigueñas negras. Una rareza en España

Caminos empedrados hacia el cielo




miércoles, 1 de agosto de 2018

Jaén-Linares Finales de enero 2018

Castillo de Jaen

Vistas desde el Castillo de Jaén

Entrada al poblado Ibero de Puente Tablas 
 
Eva y una diosa ibera de la fecundidad

Vamos a pensar que esto es de camino a las Tablas de Daimiel
 


Plaza de Linares
 
Una rafaelista de sangre. Museo de Raphael en Linares
 
Antiguo hospital en Linares
 
Linares o Ubeda (quien sabe ande)
 


Esto si que es Ubeda
 
Y esto también
 
Y esto
 
Taberna taurina en Linares. Que bien ( y baratito se come por la provincia de Jaen)
 
Tablas de Damiel con aguita