Templo griego. Valle de los templos, Agrigento
Siete días en
Sicilia no dan para conocer toda la isla sino más bien lo contrario. Para ver
un poquito, Sicilia es grandota, cuatro horas de coche de punta a punta, pero
ha sido tiempo suficiente para hacernos una idea de cómo es esto. Y una idea
buena. Nos ha gustado mucho. Una vez oí decir que viajar por Europa es ver más
de lo mismo, no estoy de acuerdo ni mucho menos, parece la frase de un
desencantado, pero en todo caso Sicilia me ha parecido muy diferente incluso a
la Italia que ya hemos visitado en cuatro ocasiones. Añado además y citando a
Goethe ( así con dos cojones), citándolo aprox. eso si que Italia sin Sicilia
no tendría carácter. No se si está acertado o no el bueno de Goethe pero lo
cierto es que cuanto menos, y aquí acabo está introducción, cuanto menos
Sicilia resulta pintoresca.
Cefalú. Primera parada del viaje
Para empezar no
se conduce como se conduce en la mayoría de partes de Europa, ni siquiera en la
propia Italia. Se conduce bastante mal, coches que te adelantan casi rozándote,
toneles ( no pequeños) donde no ponen las luces, ausencia absoluta de uso de
los intermitentes. Un sin Dios, al que hay que acostumbrarse.
Nuestro
recorrido nos iba a llevar a realizar una circular automovilística en seis
etapas y siete noches. Cefalú, Nicolosi (Etna), Siracusa, Noto, Agrigento y
Porticello en las afueras de Palermo. Mar, montaña, ciudades históricas y
arqueología. Un poquito de todo.
Junto al volcán del Etna. Ambiente por momentos irrespirable. Parecía Cuatro Caminos en hora punta
Primer día.
Aeropuerto Palermo- Cefalu
Tras coger
nuestro coche de Alquiler en Avis Aeropuerto oficina ( un Ford tipo Fiesta pero
que no era un fiesta y que después de siete días no se que coche es, era negro
eso si e iba como la seda) nos dirigimos a nuestro primer destino. La playera
localidad costera de Cefalú. Tras conseguir aparcar el coche en un extraño pero
útil parking nos pusimos a pasear esta bonita localidad. Nos comimos lo que
parecían unos bocatas pero al estilo siciliano ( muy buenos la verdad) y por
cinco euros en una panadería local. Rápidamente abandonamos toda idea de visita
turística y nos fuimos a bañarnos a la playa que es lo que apetecía con la
buena temperatura que hacia
Y tras la playa
nos fuimos a chekinar a nuestro alojamiento, un Bed And Breakfast de nombre
Villa Margherita que estuvo bien si no fuera por que nos toco esperar casi
media hora a nuestra hotelera. Callejeando, visitando el centro y viendo
atardecer se fue pasando nuestra primera jornada donde ya intuimos que nos iba
a gustar Sicilia.
Fumarolas saliendo del Etna
Interior de la Catedral de Enna (no Etna). Espectacular barroco. Muy siciliano, cosa del terremoto de 1600 y pico.
Una tresmilista. Eva María
Eva y un espectacular rio de lava bajo ella. La foto no hace justicia ni a Eva ni a la colada
Segundo día.
Cefalu-Nicolosi
Por la mañana
todavía pudimos darnos una vuelta más por Cefalu, visitar su normanda catedral,
un claustro adyacente, despedirnos de la ciudad y poner rumbo hasta la falda
del Etna donde íbamos a pasar la noche ( y día siguiente). Entre medias nos dio
tiempo a visitar la población de Enna, lugar al parecer donde además de su
bonito casco histórico coronado por un castillo se tienen al parecer grandes
vistas del volcán siciliano. Pero el día no acompañaba estaba algo nublado. No
obstante ciertamente la localidad. Finalmente llegamos a nuestro alojamiento en
Nicolosi,
Caseta arrasada por un río de lava, Suponemos que hacía 2003, ultima erupción chunga. Pies de haya en la esquina izquierda, una curiosidad
Caminando por la muy vieja ciudad de Siracusa. Como haya un terremoto se va todo a tomar por c...
Playa en Siracusa. Nos bañamos un par de días ( no aquí en mejores sitios) y eso que estamos a final de octubre
Ruinas del templo de Apolo. Isla de Ortigia (Siracusa)
Tercer día.
NIcolosi, Etna- pa siracua
Uno de los
puntos fuertes de una visita a Sicilia es el Etna, montaña emblemática, volcán
activa y una importante elevación 3.300 metritos more or less. Quien más quien
menos se acerca por esta zona que tiene como unos cuantos puntos destacados. A
1800 metros se puede llegar en coche. Aquí hay la posibilidad de coger un
teleférico que te sube hasta los 2.500. Eso hicimos nosotros, hay quien con dos
pelotas echa a andar desde el teleférico ahorrándose eso si, los 30 eurazos por
los que sale la góndola maravillosa. Una vez en los 2.500 existe la posibilidad
de que unos autobuses te suben hasta la cota 2.900. Pero nosotros empezamos ya
a darle a la zapatilla aquí mismo en un paisaje volcánico bastante chulete. Y a
los 2900 a mano izquierda tenemos un par de bonitos cráteres que se pueden
recorrer. A mano izquierda un bonito y
atractivísimo camino se dirige si o si hasta la cumbre en si del Etna. Eso si
hay un pequeño problema. Pone un cartel que esta vechiato el paso esto si
prohibido. Nosotros los estuvimos valorando ya que de vez en cuando alguien se
colaba por allí, hasta que una familia con un par de bambinos entró por allí, y
dijimos hasta aquí hemos llegado, esto es un Sin Dios, Italia es un Sin dios y
vamos a pasar por la puertecita de marras. Detrás de nosotros y siguiendo
nuestro ejemplo algunas personas más. Total que poco a poco fuimos ganando
altura y finalmente llegamos hasta el cráter donde había un bonito espectáculo
de efectos especiales salvo que eran reales. Pero daba algo de respeto, las
fumarolas resultaban irrespirables y no parecía muy aconsejable continuar solos
sin saber si el aire podía cambiar de rumbo, posibles caminos alternativos de
bajada etc. aunque es cierto que se veía gente circunvalando el cráter
mayormente grupos con gente con casco. Y nosotros con unsas viseras de
Coronitas¡¡
Después de
nuestra aventura por el Etna nos dirigimos sufriendo la mala señalización y el
caótico tráfico de hora punta en los arrabales de la ciudad de Catania.
Noche en
Siracusa
Teatro griego en Siracusa
Playita siciliana. Poca gente, pero en general menos lustrosas que has hispanas
Catedral de Noto. Barroco con aire español. Cosas de la historia.
Cuarto día.
En Siracusa
íbamos a pasar las dos siguientes noches concretamente en el hotel Posta
situado en un antiguo palacio que no sabemos si soportaría un terremoto local. Buen
precio. Cambio radical de paisaje. Siracusa a diferencia de Cefalú (pueblo
costero) y el Etna supone un cambio total. Estamos antes una ciudad de ciento y
pico mil habitantes donde hay gorrillas, gente pidiendo, mayormente negros que
deben de haber llegado en alguna patera. Me imagino que esto se empieza a
parecer a la Sicilia real. Las dos principales atracciones turísticas de esta
ciudad son su centro histórico en la isla de Ortigia, donde nos alojamos, con
su paseo circular marítimo, sus callejuelas de casas desvencijadas y su plaza
del Duomo realmente espectacular. El segundo es el parque arqueológico que
alberga un teatro romano, uno griego, un discreto altar de sacrificios y sobre
todo la cueva la oreja de Dionisio una espectacular formación geológica
consecuencia de la extracción de roca para los monumentos locales. Espectacular
Catedral normanda en Cefalú. Hasta aquí llegaron las huestes pseudo vikingas normandas hace más de mil años.
Volcanes más pequeñitos en el Etna. Sobre los 3000 metros aprox
La Oreja de Dionisio en Siracusa. Impresionante lugar. Antigua cantera vaciada de roca convertida en una gruta espectacular que sirvió de mazmorras en su tiempo. El nombre se lo puso el bueno de Caravaggio
Quinto Dia.
Siracusa Noto
Tras la visita
al parque arqueológico nuestro siguiente destino dado el buen día que hacía que
la playita. Volvemos a darnos un baño mediterráneo y a la tarde nos dirigimos a
nuestro siguiente destino. La barroca ciudad de Noto donde pasaremos la
siguiente noche foticos:
Caccamo. Clásico caserio siciliano
Un par de capos de la mafia sendista
Castillo normando de Caccamo.
Noto y su barroco
Sexto día.
Pasamos la
mañana acabando de patear la localidad de Noto, ciudad construida totalmente
nueva tras un terremoto allá por el siglo XVII en estilo barroco al parecer muy
influenciado por arquitectos españoles, (por aquellos años Sicilia pertenecía
a la corona de Aragón). Tras zamparnos unos paninis en una terraza y observar
el siempre curioso comportamiento de los sicilianos nos pusimos en dirección a
Agrigento uno de los viajes en coche más largos (entre otras cosas debido a la
pésima señalización de muchos tramos de las carreteras sicilianas). Pero
finalmente llegamos a Agrigento y a nuestro siguiente alojamiento el Artemide
Guesthouse lugar correcto en cuanto a situación precio y habitación con un
pintoresco personaje como rececpcionista que nos acompaño el mismo a un
restaurante en incluso compartió parte de nuestra cena. Estamos en Sicilia¡¡
Catedral de Noto
Por Noto
Enterramientos cristianos en la muralla griega del Valle de los Templos
Valle de los templos. Gran día otoñal nos hizo
Séptimo y ultimo
día.
Al día
siguiente nos esperaba el Valle de los templos, otro de los hitos del viaje. Se
trata de los restos de una antigua ciudad griega junto a la actual localidad de
Agrigento que destaca por albergar siete u ocho antiguos templos griegos
conservados de diferente manera. Algunos están derruidos pero otros mantienen
buena parte de su estructura. Como por ejemplo el de que debe su mantenimiento a su conversión en
iglesia cristiana, algo que sucede igual con la catedral de Siracusa. La mañana
estuvo espectacular en cuanto al tiempo meteorológico y debimos de pasar cerca
de tres horas recorriendo el espacio. Muy recomendable. El ultimo día que
íbamos a pasar nos dio tiempo para varias cosas, como pasear por la playa en
Agrigento, cruzar la isla de sur a norte para llegarnos a la localidad de
Caccamo famosa por albergar un castillo normando y por las vistas montañosas que
desde allí se ofrecen. Allí llegamos prácticamente de noche, visitamos el
castillo, debimos de ser los últimos, y posteriormente nos llegamos ya a
nuestro alojamiento en las afueras de Palermo