´: noviembre 2015

Entrando en Gibraltar

Otoñal viaje playero. Nueve noches con sus 10 días como anuncian las agencias de viajes nos llevaron de forma perfectamente salomónica a pasar 3 nochecitas en Nerja, patria de chanquete y tito, 3 en Málaga, cuna de mucho famoso y finalmente 3 en Estepona, ciudad que se identifica con la cara b del gilismo. Babiososss y facinerosooss.

Nerja. A eso de las 3 del sábado habíamos ya chekinado en nuestro alojamiento el hostal/apartamentos Abril en pleno centro de Nerja, en una de esas calles estrechas y blancas andaluzas que tanto molan. El alojamiento salió cojonudo en relación calidad y precio. No llegamos, cosa de ir fuera de temporada, a los 100 euros por noche y estaba muy bien. Algún clásico ruido de las motos, algo muy costero, por la noche pero muy bien. Por allí, pasamos 3 días entre playas, algún paseo-ruta por la cercana montaña y vueltas a Nerja. A destacar que estamos en territorio de la tapa gratis y esto mola. Curiosamente no visitamos la principal atracción de la ciudad: su famosa cueva que ya tenemos algo vista. También nos acercamos hasta Frigiliana uno de esos muchos bonitos pueblos andaluces

Nerja. El mar desatado

Frigiliana

Málaga. Teatro romano y alcazaba. Málaga tienes sus monumentos

Ajedrez gigante en el Paseo Marítimo de Estepona. Jugamos una partida y todo

Alcazaba de Málaga

Málaga. Cambio radical, abandonamos la tranquilidad, al menos en noviembre, de Nerja por la no desdeñablemente grande ciudad de Málaga. Nos costó dar un poquito con nuestro alojamiento, un apartamento turístico a 10 minutos caminando del centro, que salió igualmente pero que muy bien de precio (No llegó a 50 euros al día) y que además incluía plaza de parking. En Málaga no abandonamos el mar, claro está, aunque ya no nos bañamos como en Nerja. Aquí nos dedicamos un poco más a al cultura y realizamos algunas de las visitas indispensables en la ciudad. Alcázar y Castillo de Gibralfaro, grandes vistas y mucha historia andaluza. También nos acercamos al museo Picasso que quizá se nos hizo pequeño. Y también la impresionante catedral. Una de las más bonitas e impresionantes que hemos visto.

Y por supuesto pateamos y pateamos el centro, mayormente peatonalizado, muy bonito y cuidado por cierto, ¡¡ como brilla el suelo de la calle Larios¡¡. Pero quizás lo que más nos impresionó de Málaga fue la enorme cantidad de bares que hay. Tanta cantidad hace que los precios se encuentren relativamente bajos, cosas de la competencia y aunque aquí, al menos en el centro, la tapita se paga se come bariado, bonito, bueno y barato. Las 4 bes.

Palacio episcopal de Málaga. Bonita fachada

Catedral de Málaga. Quite impressive

More Catedral

Marbiella. Paseando entre escultúras (réplicas) de Dalí

Estepona. Y al cuarto día de nuestra estancia en Málaga pusimos rumbo rumbito hacia Estepona (Alojamiento en hotel Mediterráneo, 50 euros noche a 100 metros como mucho del mar, grandes vistas desde la habitación, recomendable) pero antes nos paramos a visitar la muy famosa y glamurosa ciudad de Marbiella. Marbiella capital del gilismo, y tal y tal, babiosooos y ejemplo de la corrupción al por mayor, resultó al menos su centro histórico, su casco viejo, muy bonito. A destacar igualmente su iglesia mayor, realmente espectacular las imágenes. Fue un poco decepcionante no ver a Gunilla ni a su marido ni a ningún cotilla televisivo, coches de gama media, pero vamos ahí deben de andar algunos millonarios, y tal y tal.

En Estepona, vamos terminando nuestro tiempo transcurrió entre paseos por la playa, algún baño, uno concretamente, paseos por su paseo marítimo, incluso partida de ajedrez en un tablero callejero talla XXL. Para el recuerdo quedará no obstante nuestra visita al Gibraltar. Lugar cuanto menos curioso, desde la entrada a la salida (en ambos casos atravesando el aeropuerto, que por cierto parecía tener mayor actividad de lo que uno se puede imaginar. Allí nos dejamos unos cuantos cuartos. 32 euros nos soplaron concretamente, per cápita, por una visita guiada por el peñón que resultó interesante , por supuesto en inglés, y que recordaremos siempre. Monitos, macacos realmente, cueva y fortín excavado en la roca. Curioso todo, muy británico a pesar del acentazo andaluz. Por supuesto nos metimos un Fish and chips ejemplo de la alta cocina británica al nivel de las albóndigas suecas.