Teatro romano de Cartagena
Con objeto de ver el mar después de unos cuantos meses esta vez decidimos reservar dos noches en el hotel Sercotel Carlos III en la portuaria localidad de Cartagena. La idea era esa, alternar un poco de brisa marina, con un poco de historia y tal vez, tal vez poder remojarnos un poco en la cercana Manga del Mar Menor.
Así que nos chupamos los cuatrocientos y pico kilómetros que hay hasta la
localidad murciana el sábado 17 de mayo por la mañana y a eso de las dos y
media estábamos chekinando en el hotel Alfonso XIII que resultó bastante
recomendable. A favor: Amplias y cómodas habitaciones, situación buena. En
contra: Tal vez la cutrillas televisión de las de antes y que al ser muy grande
(el hotel, no la televisión) nos llevaron a la cuarta plaza. ¿Lo recomendaría
si?. Buena relación calidad precio (55 euros noche con Booking).
Ayuntamiento de Cartagena |
Después de nuestra habitual siesta nos dirigimos a patear un poco la
ciudad. Nuestro primer contacto andarín nos llevó a una escena pintoresca que
nada tiene que ver con el turismo y es que vimos maniobrar a unas monjas con un
coche y despedir sus compañeras a la religiosas conductora con un cuidaté
“sor”. En fin, todo un homenaje a Sor Citroën. Muy auténtico.
Nuestro primer paseo por la el centro de la ciudad ya nos ofreció una
idea más o menos acertada de su disposición. El centro creo que lo podemos
dividir en tres zonas. Tenemos por un lado la zona del puerto, con su paseo
marítimo y algunos edificios modernos y modernistas (hay que decir que Cartagena fue arrasada
(bombardeada concretamente) hacia 1873 (año arriba, año abajo) en la famosa
revuelta cantonalista, por lo que no tiene apenas monumentos modernos (obviando
los que estaban enterrados o las murallas) más o menos notables. Luego nos
encontramos con el interior, la zona rehabilitada y peatonal con su calle Mayor
como cualquier otra ciudad española y luego está una zona bastante degradada
con muchos solares, obras a medio construir, edificios a medio derribar y
muchas viviendas en pésimas condiciones. Otra cosa que llama rápidamente la
atención, es la cantidad de yacimientos históricos que tiene la ciudad, muchos
de ellos en pleno trabajo arqueológico (In progress) de recuperación y que fácilmente se
pueden ver en los diferentes montes que tiene la ciudad ¿Una Roma en miniatura?
Vistas de la ciudad desde una de sus colinas
Así que en resumen la primera tarde noche fue la clásica pateada por el
centro amenizada por el hecho de que se celebraba la noche de los museos, por
lo que había actuaciones por la calle, entrada gratuita a los museos, colas por
supuesto (incluso en los sitios donde la entrada es siempre gratuita) y sobre
todo mucho ambiente por las calles. Estas cosas se agradecen la verdad.
El domingo por la mañana debutamos visitando el Teatro Romano excavado en
tiempos recientes. Esta visita la verdad es que
resulta muy interesante ya que primeramente vas pasando por una especie
de museo y posteriormente se llega al teatro que curiosamente fue descubierto
hará no más de 25 años. Posteriormente visitamos el Museo Naval, el Submarino
de Isaac Peral y acabamos la mañana dando un paseo en barco por la bahía y realizando
la visita al llamado Fuerte de Navidad, uno de los numerosos fuertes que hay en
la zona.
Curioso artilugio submarino. Museo marino de Cartagena
Más cacharros submarinos. No aptos para claustrofóbicos como servidor
El famoso submarino de Isaac Peral. Es de verdad |
Calle Mayor
Por la tarde, correspondiente paseo por la muralla (púnica, romana y
neoclásica), vuelta al paseo marítimo y búsqueda de un lugar donde ver la final
de la liga europea de baloncesto.
Y al día siguiente, por la mañana acabamos de pasear por algunas zonas
del centro que todavía no habíamos pateado, visitamos la zona del Foro romano
excavación todavía en progreso que parece que terminará dentro de 4 años prueba
de todo lo que alberga en subsuelo de la ciudad.
Faro en el Fuerte de Navidad |
Bahía de Cartagena
Pinturas sobre muros. El centro de Cartagena tiene zonas en plena rehabilitación
Refugio antiaereo
¿Antiguo Molino?
Algo de Modernismo
Y de allí para terminar nuestro periplo nos dirigimos a la Manga del Mar
menor, paramos en Cabo de Palos, lugar que alberga uno de los faros más altos
de la zona o de España que ya no sé y ya en la Manga del Mar Menor nos la
recorrimos enterita con el coche, de punta y a punta un recorrido indispensable
para cualquier constructor que se precie, y finalmente y ante la atenta mirada
de alguna medusa, nos mojamos los pies en las aguas del Mediterráneo
Faro en el Cabo de Palos ( si no me equivoco)